(pista: respira)
Te has lanzado. Tu entrenador/instructor/compañero mencionó la palabra "competición" y dijiste "¡Sí!".
Excelente.
¿Y ahora qué?
Primero: recuerda divertirte. Es por eso que haces esto, ¿no?
Segundo: Asegúrate de tener zapatos realmente buenos. No solo para practicar, sino también para competir. No querrás romperte el tacón en medio de un chachachá o un cambio. Conseguir el calzado adecuado no solo garantizará que tus pies estén cómodos, sino que también te dará un buen soporte y te permitirá deslizarte. Habiendo bailado con zapatos de baja calidad al principio, aprendí rápidamente que un zapato de baile de alta calidad se siente como ningún otro. Probablemente sea lo más cómodo del mundo, y además tiene tacón. Pero mantente dentro de tu zona de confort: si no te sientes cómodo con un stiletto de 8,9 cm, no lo uses. Elige un tacón más bajo y ancho. E invierte en zapatos de práctica. Los zapatos de práctica no solo evitarán el desgaste de tus zapatos de competición, sino que generalmente son de tacón cubano (o zapatillas de baile), lo que permite una mayor estabilidad mientras aprendes los pasos. No olvides, sin embargo, practicar con tus zapatos de competición al menos una o tres veces para acostumbrarte. Nunca pises la pista con un zapato con el que no hayas bailado.
Tercero: Practicas. Y practicas. Y practicas aún más. Prepararse para una competencia de baile es diferente a tus clases habituales. El enfoque es diferente, el ambiente en el estudio se intensifica a medida que otros a tu alrededor se preparan (en el buen sentido; la emoción es increíble). Y justo cuando pensabas que no había más detalles que analizar en tu tango... te equivocaste. Puede que la cabeza te dé vueltas un poco, pero llegará un momento en que todo encaje y grites "¡YA ESTÁ!" (historia real).
Cuarto: Respira. Respirar es clave. Hazlo. Y recuerda: tu instructor no te lo habría sugerido si no creyera que puedes hacerlo. Si te sientes nervioso o crees que te está dando miedo escénico, CONSULTA A TU INSTRUCTOR. Él puede ayudarte. Son geniales en ese aspecto.
Quinto: Duerme. Bebe mucha agua. Come sano. Relájate. Puede parecer obvio, pero con la intensidad del día a día, es útil recordar que son cosas importantes.
Y por último: Déjalo ir.
…¿qué?
Sí. Déjalo ir. Has pasado semanas y semanas practicando para este evento. En unos momentos pisarás la pista, frente a los jueces. Puede que tengas nervios y eso está bien. Pero déjalos ir. No te centres en ellos. Concéntrate en el hecho de que a) te ves más fabuloso de lo habitual (en serio), b) estás haciendo lo que amas, y c) sabes lo que haces. Así que sal y baila lo mejor que puedas. No hagas caso a los jueces. Baila para ti. Baila para tu pareja. Baila porque te encanta. Esta es una celebración de todo eso. Y sí, las medallas son bonitas. ¿Pero en serio? Cuando tú y tu pareja salen de la pista sonriendo, sabiendo que lo hicieron lo mejor que pudieron y se divirtieron haciéndolo... bueno, no hay nada como eso. Es una emoción. Es increíble.
Es mágico.
Buena suerte. Y nos vemos en la pista.
...y no se fíen solo de mi palabra. ¡Hablamos con algunos jueces y esto es lo que dijeron!