"El problema no es inventar los pasos, sino decidir cuáles mantener." —Mikhail Baryshnikov
Quizás has bailado como aficionado, pro-am o social, y has disfrutado de esta hermosa aventura a través de espectáculos y competiciones. Y en algún momento, durante todos estos pasos, te has preguntado si deberías seguir haciéndolo. Pero profesionalmente.
Si esto es lo que estás pensando, aquí hay algunas cosas en las que pensar:
Dedicación. Prepárate para trabajar duro. Albert Einstein dijo una vez: «Los bailarines son los atletas de Dios». No se equivocaba. Hoy en día, el baile profesional se llama « deporte de baile » por algo. Prepárate para entrenar duro y perseverar. El talento y la habilidad naturales solo te llevarán hasta cierto punto, y tu cuerpo necesita ser capaz de soportarlo. Y si te caes... sé capaz de levantarte y seguir adelante.
Pasión. Para triunfar en el mundo del baile profesional, necesitas vivir la danza al máximo; de lo contrario, todo lo demás te parecerá demasiado esfuerzo y los contratiempos serán mayores. En definitiva, no tienes control sobre el resultado de ninguna competición. Tampoco sabes si tu pareja se desmoronará. Así que aprovecha esa pasión y dedícala tanto a la práctica como a la actuación, porque te encanta bailar.
Busca a los mejores. Encuentra a los mejores profesores que puedas y toma tantas clases con ellos como puedas. Recuerda: siempre hay más que aprender. Siempre. En el momento en que crees que lo sabes todo, dejas de crecer. Cada profesor ofrece algo diferente, y obtener diferentes perspectivas te ayudará a impulsar tu baile hacia adelante y hacia arriba.
Busca una pareja. Puede que no tengas la pareja ideal para empezar. Puede que te lleve un tiempo encontrarla. Pero encuentra una pareja y empieza a practicar. Hay una gran diferencia entre practicar con un compañero amateur y bailar con un profesional.
Practica. Practica. Practica. Practica. Y practica más. Si quieres ser un profesional, debes tomar la práctica tan en serio como un trabajo. Esas horas que pasas en el estudio (o almorzando en una oficina vacía) son las que te permitirán progresar.
Hazlo por ti. Asegúrate de hacerlo por ti; es entonces cuando bailarás mejor. En el momento en que te centres en vencer a alguien o en preocuparte por tu posición, te distraes de lo que importa. Compite por ti, por tu pareja y por la alegría de bailar.
Para escuchar más, aquí hay algunas palabras de sabiduría de algunos de los mejores profesionales en el campo: